Lo que iba a ser una miniserie spinoff de Once upon a time y acabó siendo lo más cutre y horroroso de todo lo que podría haber pasado. Y digo cutre y horroroso por una parte por los efectos de imagen, sí, porque si los de la «serie madre» ya dan que hablar, pues imaginaos lo que podrán hacer con la «serie hija».
Como ya os dije en su momento, esta es una de las series que me quitan la vida. Bueno, que me quitaban la vida, a partir de ahora. Por eso me alegré de que la hubieran cancelado. Por supuesto os preguntáis por qué me he encaprichado con seguir viéndola hasta el final si sabía que la odiaba, bueno, pues porque soy una persona de principios y no me gusta dejar las cosas a mitad, a veces sí soy capaz, pero como se veía venir que no iba a tener continuación, pues la he visto hasta el final.
Pues esto va de Alicia volviendo al País de las maravillas para salvar a su amado Cyrus (el genio de la lámpara) de las garras de Jafar y la Reina Roja, con la ayuda de su amigo Will, la sota de corazones.
¿Que por qué no me ha gustado? Bueno, supongo que para empezar, la historia no me interesaba demasiado. Y eso que al principio no pintaba mal, pero luego da mucha pereza. Sí, sale el hombre este de Lost, que hace de Jafar, con un pelazo y tal (me acabo de acordar de cuando fui a Disney y me encontré al Jafar de verdad y me miraba «evilmente»), y también «la labios», que la vimos en El médico, a la que no puedes dejar de mirarle los labios. Y luego también sale el novio de Smash, (ay, como echo de menos Smash) un momento muy grande, claro.
La serie la van a emitir en España dentro de poco, para esa gente que no es capaz de leer y ver las imágenes a la vez.
Los calcetines no tienen glamour 
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