Este es un libro cortito, cuatro historias sobre la postguerra civil española, que puede parecer que no tienen nada que ver entre sí, pero al final resulta que si te fijas ves que tienen cosas en común.
El primer «cuento» va sobre un capitán del ejército de Franco que decide rendirse a los republicanos cuando se entera de que su bando va a ganar la guerra. Un poco raro ¿no? Pues el hombre tiene sus razones, claro. Lo «gracioso» es que le condenan a morir pero no se muere.
El segundo es el que más me ha gustado, trata de una pareja que estaba huyendo a Francia por el monte y la chica se pone de parto. Esta nos la cuentan a raíz de una libreta que encuentran donde estaban escondidos. Todas son tristes, pero esta es la que más tristeza me ha dado.
En el tercero estamos dentro de una cárcel franquista en el año 1941, un preso al que deberían condenar a muerte como al resto de los presos, pero alargan su estancia porque el coronel quiere que le cuente historias de su hijo, al que conoció brevemente.
Y al final está la historia que es el hilo conductor de la película adaptación de este libro, sobre una familia que tiene al padre escondido en el armario y uno de los curas del colegio del niño se obsesiona con la madre y con la familia en general.
El cura de la última historia es un pesado de mucho cuidado.
Parece ser que este libro es uno de los más vendidos de la editorial, como os digo, tiene una adaptación cinematográfica estrenada en 2008, de la que seguro que habéis oído hablar, como buena película española.
El libro me ha gustado, no sabía de qué iba exactamente cuando lo empecé a leer (como casi todo últimamente), y es muy dramático y encima la guerra civil española me da mucha pena, pero me alegro de haberlo leído (lo tenía de hacía un montón de tiempo y había caído en el olvido, todo hay que decirlo.)
Los calcetines no tienen glamour 
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