Otro libro de esos que no sabes de qué van hasta que lo empiezas. Es la sorpresa del libro que tanto has oído nombrar por ahí pero que no sabes si quieres leerte o no.
Por todos es sabido que el mundo de la música a mí no me llama, así que no tenía ninguna posibilidad de congeniar con Rob, el protagonista del libro, que tiene una tienda de discos en Londres y que es un gran apasionado. O con cualquiera de sus amigos / compañeros de trabajo, que son más listillos todavía.
Rob ha tenido toda la vida unos cuantos problemas para hacer que sus relaciones amorosas duren más de dos años. De hecho, la primera duró unas seis horas en total, pero no hay que tenérselo en cuenta porque era un crío.
El libro empieza con el top cinco de las chicas que más daño le han hecho en el amor. Sin incluir a Laura, la que le acaba de dejar. En realidad todo el libro está haciendo tops cincos, es un gran hobby ese de hacer top cincos.
Pues Rob se pasa el libro para arriba y para abajo intentando averiguar si quiere intentar hacer volver a Laura o no. Porque por mucho que parezca que lo tiene claro a mí no me lo parece en absoluto.
Me he reído en varias ocasiones, hay escenas realmente cómicas en este libro, aunque la mayor parte sea amorosa y eso es un tema que me da rabia. No aguanto las historias cursis. Pero no os engañéis esto no es cursi para nada. Es más una comedia que otra cosa, y me ha encantado la forma de contarlo.
El libro tiene peli que veremos mañana. Y, aunque me ha parecido muy entretenido, no sé todavía si me ha encantado, me ha gustado o lo he odiado. Lo dejaré en la mitad:
Los calcetines no tienen glamour 
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