Libros: La biblia de barro, Julia Navarro

Hace unos meses leí La hermandad de la sábana santa (de la semana santa según algún buscador), y no sé como apareció este en la lista de libros y como la lista de libros es sagrada (como la sábana santa) pues no tuve más remedio que aburrirme soberanamente leyéndolo.

Porque me he aburrido soberanamente.

Hay un tal Tannenberg que ya está mayor pero cuando era joven encontró un par de tablillas de barro donde ponía el escriba que un tal Abran le iba a contar el génesis. Así que se pasa la vida obsesionado con encontrarlas y le contagia la obsesión a su nieta que también es arqueóloga (parece ser el negocio familiar). Y esta va a un congreso en Roma a decir que nadie la conoce pero tiene unas tablillas que tampoco va a enseñar y que la ayuden a buscar las que le faltan. En plan cromos. Aunque no sé para qué quiere la ayuda si su abuelo es inmensamente rico y puede costearse la excavación. Por cierto, tengo que decir que parece ser que esta gente es mala hasta decir basta, lo digo para que quede claro antes de seguir.

Lo que no he dicho es que van a buscarlas a Irak justo antes de que Bush les declare la guerra y los bombardee.

Hay unos diez mil millones  de personajes más o menos, unos quieren matar a Tannenberg sea como sea y acaban contratando un asesino a sueldo (que les cuesta tres millones de euros, como si sobrara el dinero), y que no sabes qué tienen que ver con el Tannenberg, otros quieren robar las tablillas cuando las encuentren, y ya no sabes quien envía a quién a Irak y para qué.

Como dije en lo de la sábana santa, los diálogos y la forma de expresarse de los personajes me parece súper forzado. Sobretodo cuando se pasan páginas y más páginas discutiendo entre ellos y diciendo lo mismo una y otra vez.

Porque no veas como se repite. No sé cuantas veces han discutido el momento perfecto para salir de Irak antes de que la bombardeen. He perdido la cuenta. Y las veces que le sueltan a Clara (la nieta) que como ella es afecta al régimen y tiene enchufe no se preocupa por el bienestar del resto de compatriotas y es como si no fuera iraquí.

Lo único que me llamaba la atención lo suficiente como para seguir leyendo es por qué esas cuatro personas que viven esparcidas por Europa que parece que no tengan nada en común entre ellos son tan amigos y su amistad se base en un odio común a Tannenberg y en no dormir tranquilos hasta que lo liquiden. Era lo único que quería saber. Porque el resto (e incluso estos cuatro personajes) pasa sin pena ni gloria por la historia. Y al final, que ya me lo veía venir, aparecen los nazis. Esta vez no hay templarios, hay nazis.

Absolutamente ningún personaje me ha caído bien. ¡Todos me parecían tontos del culo! Y el final ni es un final ni es nada. ¿Estaba intentando dejarlo abierto para una segunda parte o qué? Cuando vez que ya se está acabando la cosa dices ¿pero por qué sigue esto? Y cuando llegas a la última página piensas ¿tanto libro para esta mierda? Porque a veces me parecía que quería llegar a las 500 páginas (no sé cuantas tiene el libro en papel) a toda costa y se enrollaba solo para eso.

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